El concepto de VIENTRE SEGURO trasciende más allá del vientre de mamá.
VIENTRE SEGURO se remonta al vientre y el hogar que papá y mamá tuvieron en su niñez aún desde que estaban en el vientre, al “nido” que formaron sus padres; a evaluar todas sus vivencias, para rescatar las positivas, sanar las que dejaron heridas y vacíos, y reeducarse en lo que deben volver a aprender.
VIENTRE SEGURO es crecimiento sano y óptimo de papá y mamá, en cada una de sus áreas: su espíritu, su alma y su cuerpo. Es que cada uno viva conforme a su propósito.
VIENTRE SEGURO es la consciencia de papá y mamá de la importancia que tiene cada una de las experiencias que le proporcionen a su bebé desde el vientre, para que puedan dejar huellas profundas de amor en él(ella) y no heridas y carencias, incluyendo la experiencia del nacimiento (momento determinante para el ser humano).
VIENTRE SEGURO es que papá y mamá se comprometan a proporcionarle a bebé una crianza dedicada, consciente y en amor.
VIENTRE SEGURO es la estructura y formación del “nido-hogar” que papá y mamá se comprometan a construir, suficientemente apto para el desarrollo integral de bebé; uno fuerte, firme, feliz; un HOGAR VIENTRE SEGURO”
VIENTRE SEGURO propicia un encuentro personal y real de papá, mamá y bebé con DIOS; una relación diaria y profunda con ÉL.
Educar y motivar a los padres para que se preparen y puedan dar lo mejor de sí; para que puedan ser los esposos y padres que sus conyugues e hijos necesitan y puedan así formar hogares felices.
¡Luchar contra el desmembramiento de los hogares y el divorcio!
Formar, capacitar y concientizar a la mayor cantidad de hogares que están esperando un bebé para que desde el inicio comiencen una relación con DIOS, se sanen, afiancen su relación y formen el hogar VIENTRE SEGURO que sus bebés necesitan, evitando la mayor cantidad de divorcios y buscando hogares plenos y felices.
Esta visión está basada en la promesa que DIOS nos dio en Ezequiel 37, 1-15
En los versículos 4-6 dice:
“Entonces me dijo:
—Anuncia un mensaje profético a estos huesos y diles: “¡Huesos secos, escuchen la palabra del Señor! 5 Esto dice el Señor Soberano: ‘¡Atención! ¡Pondré aliento dentro de ustedes y haré que vuelvan a vivir!6 Les pondré carne y músculos y los recubriré con piel. Pondré aliento en ustedes y revivirán. Entonces sabrán que yo soy el Señor’”.