¨SOMOS OVEJAS Y PASTORES¨

¨SOMOS OVEJAS Y PASTORES¨

¡Han llegado al taller del Maestro! Es por eso que les pido que abran sus corazones y le permitan a DIOS trabajar con ellos, por medio del mensaje que he preparado para ustedes.

En APRENDIENDO A SER PADRES, buscamos a hombres y mujeres dóciles, que le entreguen sus corazones a DIOS y le permitan prepararlos para ser ¡los mejores padres del mundo!

En mis devocionales diarios, además de tener ese encuentro hermoso con mi PAPÁ, con mi PADRE CELESTIAL y prestarle mi corazón para que trabaje en él, le pido también, que me dé herramientas que alineen mi conocimiento con sus designios, de tal forma que pueda tener una estructura clara de dirección que las familias a quienes les hablo cada día, puedan utilizar.

Es que estoy convencida de que no es la ciencia, ni el conocimiento lo que nos da la sabiduría. Solamente encontramos “la verdad”, cuando ese conocimiento lo alineamos con la plomada, con el referente de la Palabra de DIOS. Es entonces cuando el ESPIRITU SANTO nos revela la verdadera sabiduría.

En mi devocional de esta semana, el SEÑOR me regaló el Salmo 23 y encontré cosas maravillosas en él. Es por esto que las quiero reflexionar hoy con ustedes.

¡Este Salmo es muy conocido! ¡Yo lo he leído muchísimas veces!

Sin embargo, cuando lo volví a leer en esta ocasión, yo me pregunté: ¿Qué puede hablarme este Salmo sobre la crianza? Sobre todo, porque siempre hemos reflexionado este Salmo desde la perspectiva personal, desde la perspectiva de los adultos.

Comencemos entonces leyéndolo:
“El Señor es mi pastor; tengo todo lo que necesito. En verdes prados me deja descansar; me conduce junto a arroyos tranquilos. Él renueva mis fuerzas. Me guía por sendas correctas, y así da honra a su nombre. Aun cuando yo pase por el valle más oscuro, no temeré, porque tú estás a mi lado. Tu vara y tu cayado me protegen y me confortan. Me preparas un banquete en presencia de mis enemigos. Me honras ungiendo mi cabeza con aceite. Mi copa se desborda de bendiciones. Ciertamente tu bondad y tu amor inagotable me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor viviré por siempre.”

¡Este Salmo es muy rico! ¡Tiene muchísimos elementos para trabajar!

Es claro que los protagonistas principales de este Salmo son el buen Pastor y las ovejas.
Yo quiero que comencemos mirando de cerca las características de las ovejas:

La oveja es un animal muy tierno, frágil y dependiente, o sea que no puede valerse por sí mismo, sino que debe ser dirigida. Es insegura, nerviosa, torpe, inquieta, indefensa, tímida, tiene un oído muy refinado. Las ovejas son de vista muy corta. Es vulnerable, presa fácil para los animales feroces, no se defiende, no tiene habilidades de lucha. La oveja es el único animal que no hace ruido para morir, no se enoja, no intenta huir. Las ovejas son dulces, sensibles, les encanta el contacto físico y que las acaricien. Son animales muy emocionales y muy inteligentes. Las ovejas no olvidan fácilmente, lo que hace que puedan recordar y revivir una situación traumática durante mucho tiempo. No pueden andar solas, se mueren de terror. Son animales muy obedientes, siempre están atentas a la voz y a la dirección de su pastor.

Veamos ahora algunas de las características del pastor:

El buen pastor es amoroso, responsable, humilde, sabio, sereno, fuerte, paciente, leal, misericordioso, no ignora nunca sus ovejas, sino que las protege; evita a toda costa que las ovejas se pierdan, enfrenta sus enemigos y si es preciso, muere defendiéndolas. El buen pastor conoce sus ovejas y sus ovejas lo conocen a él. El buen pastor es quien conduce y dirige las ovejas en todo momento. El buen pastor está en comunión de amor permanente con sus ovejas.

David fue pastor por muchos años. Se deleitó siéndolo.

Sin duda alguna que, al escribir este Salmo, él se sintió oveja, y al reconocerse totalmente dependiente de DIOS, lo reconoció a EL como el Pastor perfecto. Es que las características que hemos visto del pastor, coinciden totalmente con las características de DIOS como el buen Pastor.

Te pregunto: ¿Te sientes tú una oveja? ¿Tienes tú las características de una oveja? ¿Te sientes parte del redil del Buen Pastor?

Muchas veces nos sucede que cuando nos volvemos adultos, lastimosamente nos volvemos tan autosuficientes, tan independientes, tan orgullosos, nos sentimos tan capaces… Perdemos la capacidad de obedecer, de escuchar la voz de DIOS, porque creemos y nos soportamos en nuestra propia sabiduría. Perdemos la sensibilidad, la fragilidad, la ternura, el gozo que caracteriza una oveja. Esa oveja que reconoce la dependencia de su pastor para vivir.

Es que, en esencia, en lo profundo del corazón, nosotros somos frágiles, torpes, ciegos, inútiles y aunque el orgullo humano nos ha llevado a creernos muy fuertes o muy capaces, estamos llenos de temores por dentro. Si somos sinceros con nosotros mismos y con DIOS, todos somos absolutamente necesitados de la gracia divina y de la intervención de DIOS para caminar en la vida.

¡No nos engañemos! Dependemos del SEÑOR; como ovejas, nosotros no nos podemos valernos por nosotros mismos, aunque, tratemos de ser independientes.

Entonces, el primer llamado que quiero hacerles hoy es a que, si reconoces que has dejado de ser oveja del buen pastor, decidas humildemente volver a serlo.

Solo si decidimos ser sus ovejas y nos dejamos pastorear del Buen Pastor, podremos disfrutar a plenitud de sus bondades, podremos vivir una vida plena y seremos capaces de ser los pastores que nuestras ovejas necesitan, nuestros hijos.

¿Es que saben qué? Así como cada uno de nosotros es oveja del redil del Buen Pastor, de nuestro DIOS, a su vez, también EL nos regala la oportunidad de ser pastores.

Los padres somos los primeros pastores de los niños. En el hogar, los niños son las ovejas y nosotros los padres somos los pastores. En el hogar, los niños deben ser adiestrados para que, en su adultez, puedan ser las ovejas del redil del Buen Pastor, de nuestro DIOS. Ese es en esencia el objetivo de la crianza.

DIOS nos entrega su más preciado sueño, los hijos, como un regalo para nosotros, pero para que el tiempo que ellos estén en nuestro hogar, bajo nuestra tutela, bajo nuestra responsabilidad, nosotros les enseñemos a depender totalmente de DIOS, a obedecerle, a escucharlo, a dejarse guiar de él. Ellos aprenden esto, haciendo todo esto con nosotros. Es por eso que nosotros como padres estamos llamados a ser los pastores idóneos.

El niño por naturaleza es tierno y frágil, es dependiente, o sea que no puede valerse por sí mismo. Es inseguro, pero confía plenamente, es ingenuo, inquieto, indefenso, tímido. Conoce y reconoce a sus padres en todo lugar. Es vulnerable, no se defiende, no tiene habilidades de lucha. Es dulce, obediente y sensible, les encanta el contacto físico y que los acaricien. Son muy inteligentes. Los niños son marcados muy fácilmente ya sea con experiencias positivas o negativas; estas experiencias las recuerdan y reviven por mucho tiempo. Los niños no pueden andar solos, necesitan de la protección y la seguridad que solo sus padres pueden darle.

¿Con toda esta descripción que les he dado de los niños, no se les parece mucho a la descripción de cómo son las ovejas?

Es por eso que nosotros como pastores de ellos, estamos llamados a ser amorosos, responsables, humildes, sabios, serenos, fuertes, pacientes, leales, rectos, misericordiosos, protectores; nosotros somos su seguridad, nosotros somos quienes evitamos que se pierdan. Nosotros somos quienes tenemos que enfrentar todo enemigo, hasta el punto de dar nuestra vida por los niños.

Somos quienes los conducimos y los dirigimos en todo momento. Somos los llamados a formar ese nido, ese invernadero, para que ellos crezcan y se desarrollen plenamente.

David aprendió a ser pastor para el pueblo del Israel, porque decidió ser una oveja dócil del buen Pastor.

Es que cuando me hago oveja del buen Pastor, soy capaz de desempeñarme como el pastor idóneo para mis ovejitas, para mis hijos.

Te invito a terminar esta reflexión, y conocer específicamente la relación del Salmo 23 con la crianza, escuchando nuestro Podcast que ya se encuentra disponible en las plataformas digitales y en Youtube. Encuéntrala en Vientre Seguro, con en el episodio: “SOMOS OVEJAS Y PASTORES”

¡No te lo puedes perder!

Lina María Ortega Ch.
Autora de la Guía de preparación para el parto: “Vientre Seguro”, Nacimientos que transforman
Educadora Preescolar, Educadora Perinatal y Doula de Parto y Posparto
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