SUMAR Y RESTAR

SUMAR Y RESTAR

Es una gracia de DIOS y un privilegio para mí, contar contigo en este nuevo
artículo de APRENDIENDO A SER PADRES. Un nuevo capítulo en donde
trabajaremos otro aspecto de la hermosa vida en familia.

Estamos viviendo en tiempos de crisis. Tiempos que nadie pensó que podrían llegar. Muchas personas han quedado sin empleo, o les ha tocado subemplearse sin poder desarrollar a cabalidad su profesión, lo que ha implicado la disminución sustancial de sus ingresos.

Muchas familias dependían en su presupuesto familiar, del trabajo y el ingreso de los dos conyugues, y en este tiempo, uno pudiera estar trabajando y el otro no.

Inclusive muchos han tenido que cancelar proyectos y planes; muchos habían hecho inversiones con planes de una prosperidad futura y todo se vino abajo. Muchas empresas han tenido que reinventarse y muchos negocios han tenido que cerrar sus puertas.

Esto ha suscitado mucho temor en las personas, en las parejas, en la familia.

El tema que quiero que trabajemos hoy, es un tema muy neurálgico para la familia, y es el tema de las finanzas.
Digo neurálgico, porque en mi experiencia como consejera de familia, me he encontrado que el tema de las finanzas en las parejas es una de las causas más fuertes de divorcio. El porcentaje es muy alto: en más del 50% de los divorcios, está involucrada la parte financiera como causal.

Traigo este tema para ustedes en este tiempo, porque estoy segura que la crisis que se está viviendo, muy seguramente, ha agravado la situación en las familias que no habían tenido una estructura sabiamente organizada, en esta área.

Para comenzar con el tema, vamos a la Palabra, porque ella es la única que puede ayudarnos a encontrar las respuestas que necesitamos, para enfrentar cada reto en nuestra vida:
Quiero que leamos Lucas 6,47-49:

“Les mostraré cómo es cuando una persona viene a mí, escucha mi enseñanza y después la sigue. Es como una persona que, para construir una casa, cava hondo y echa los cimientos sobre roca sólida. Cuando suben las aguas de la inundación y golpean contra esa casa, ésta queda intacta, porque está bien construida. Pero el que oye y no obedece es como una persona que construye una casa sin cimientos. Cuando las aguas de la inundación azoten esa casa, se derrumbará en un montón de escombros”

La palabra nos habla de dos tipos de personas:
Una de ellas es aquella que construye su casa sin cimientos. Esas son aquellas personas que solo piensan en el hoy, piensan en hacer las cosas a la carrera para poder disfrutar y salir del paso; hacen las cosas sin ninguna planeación; viven su día a día, para pasarlo.

La otra persona es aquella que cuando decide construir su casa, cava hondo y echa los cimientos de su casa sobre roca sólida. Esta persona es aquella que, cuando decide hacer un proyecto, se toma su tiempo, lo planea con detenimiento, pospone la búsqueda de placer y entretenimiento, para que su proyecto pueda llevar todo lo que necesita.

Esta enseñanza de JESÚS la podemos aplicar en muchas de las áreas de nuestra vida. Pero yo hoy quiero aplicarla al manejo de las finanzas en el hogar, al manejo del dinero, al manejo de la economía familiar.

Concentrémonos primero que todo en la Palabra:
La primera persona, la persona que construyó su casa sin cimientos, es aquella que construye sus finanzas y las de su casa, sin ninguna planeación. Maneja su dinero pensando solamente en que lo tiene hoy y hoy lo gasta; en poder disfrutarlo ahora.

Gasta sin ninguna planeación, gasta conforme al dinero que va entrando, gasta basado en sus antojos, sin tener en cuenta sus compromisos, sus principales necesidades. Esta persona gasta muchas veces sin tener lo suficiente, y compra muchas veces cosas, que no son necesidades reales.

La segunda persona es aquella que maneja sus finanzas y las de su familia con una planeación; es ordenado, disciplinado, íntegro y perseverante en lograr sus metas.

Es aquella que piensa a largo plazo, pone por encima del placer, lo que es necesario para él y su familia.

Es aquella que no solo puede suplir todo lo que se necesita, sino que dispone de ahorros, sin importar la cantidad de dinero que reciba. Es aquella que siempre cuenta con lo necesario y puede ayudar a otros.

Te pregunto: ¿Cuál de estas dos personas eres tú?
Es que cuando la bolsa está llena y se sigue llenando, podemos sacar y sacar
sin control, y no vemos el fondo.

Pero cuando la bolsa ya no se llena como antes y seguimos sacando y sacando sin control, comenzamos a verle el fondo a la bolsa, y es en ese momento cuando llega la crisis.

Con sinceridad, analiza tu vida financiera y pon tu nombre en alguna de estas dos personas que te he presentado…

Bueno, yo espero que cada uno de ustedes le haya puesto su nombre a la persona con la cual se han identificado en la enseñanza de JESÚS.

Hacer una radiografía actual de quienes somos, para poder evaluarnos y reconocer nuestros errores, es el primer paso para hacer los cambios que nos dirijan al crecimiento personal.

Además de la Palabra que ya escuchamos, permítanme también tomar las sabias enseñanzas de Andrés Vargas, un excelente capacitador de “Enfoque a la familia” en el área de las finanzas.

Tomaré dos consejos básicos que Andrés nos propone y lo desarrollaré paso a paso, para que ustedes puedan ponerlo en práctica.

Es muy importante que en este proceso que vas a comenzar a realizar, se involucre toda la familia: esposo, esposa e hijos.
Es importante que los niños se involucren desde pequeños, para que conozcan la dinámica y la aprendan a hacerla.
Te aseguro que cuando sean adultos, esto será parte de su disciplina de vida.

Aprovecho para decirles también, que es muy importante que no manejen sus finanzas de forma independiente.
Las finanzas en el hogar se deben manejar juntas, los dos ingresos unidos, así como ustedes son “uno”.
Junten su dinero (no lo manejen por aparte). Hagan un solo pote.
Apóyense, ayúdense, compleméntense, aprendan juntos.
Que ninguno le saque en cara al otro que gana más o que gana menos.
Ustedes son un equipo y como equipo deben jugar para el mismo bando.
Lo que ustedes hacen, los niños lo aprenden.

Comencemos entonces con los consejos de SUMAR Y RESTAR.

Nos basaremos en el texto bíblico de Lucas 14,28, el cual dice así:

“Supongamos que alguno de ustedes quiere construir una torre. ¿Acaso no se sienta primero a calcular el costo, para ver si tiene suficiente dinero para terminarla?”.

La palabra nos habla aquí de presupuesto.
Veamos los tres pasos que deben seguir:

  1. Van a analizar por un mes cuánto dinero están gastando:
    Para lograr hacer este paso lo más exacto posible, les recomiendo, que por un mes, con mucha disciplina, recopiles TODOS los recibos de los gastos que hagan tú, tu conyugue y tus hijos. Elijan para esto, una bolsa específica, o un contenedor, en donde los recopilarán. Que todos sepan en dónde los deben guardar.

2.Evalúen en qué lo están gastando:
Al finalizar el mes van a hacer un presupuesto.
¿Y cómo lo hacemos?
Se reunirán todos en familia, sacarán todos los recibos sin que falte ninguno y los van a clasificar: juntas los recibos por gasto, por ejemplo los de la gasolina, los de ropa, entre otros.

Te invito a terminar este artículo, escuchando nuestro Podcast que ya se encuentra disponible en las plataformas digitales y en Youtube.
Encuéntralo en Vientre Seguro, con en el episodio: “SUMAR Y RESTAR”
¡No te lo pierdas!

Lina María Ortega Ch.
Autora de la Guía de preparación para el parto: “Vientre Seguro”, Nacimientos
que transforman. Educadora Preescolar, Educadora Perinatal y Doula de Parto
y Posparto
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