«LA SENSIBILIDAD, ES UN REGALO DE DIOS VITAL PARA LA CRIANZA»

«LA SENSIBILIDAD, ES UN REGALO DE DIOS VITAL PARA LA CRIANZA»

El tema que quiero que reflexionemos hoy juntos, en nuestro artículo de APRENDIENDO A SER PADRES, tiene que ver con algo que comúnmente lo conocemos como: “tema rosa”.

Pero hoy quiero que destruyamos ese paradigma. Estoy segura que a partir de hoy no va a volver a ser simplemente un “tema rosa”, o un tema sólo de mujeres.

Este tema les compete tanto a hombres como a mujeres. Vamos a profundizarlo mucho más y encontrarle esa esencia que es de suma importancia.

Antes de que iniciemos esta reflexión y les diga de qué se trata, quiero que te respondas a ti mismo, a ti misma las siguientes preguntas:

¿Será que ser sensibles es signo de debilidad?

¡Bueno! Respóndete esa pregunta y guarda en tu memoria esa primera respuesta que vino a tu mente.

Quiero contarte una pequeña historia, pero muy conmovedora.

Esta historia la recibí de una mujer que vino a buscar ayuda donde nosotros. Ella vivía con su esposo y sus hijitos en un lugar muy pobre. Sufría mucho porque su esposo se gastaba por fuera del hogar, el dinero que recibía de su trabajo; esto hacía que ella y sus hijitos pasaran muchas necesidades, pues lo que ella devengaba era muy poco y no le alcanzaba para cubrirlas. Además, su esposo le era continuamente infiel.

Pero lo que la hizo buscar ayuda realmente, fue lo que vivió el fin de semana anterior al día que nos visitó. Ella y sus hijitos no tenían nada que comer ese fin de semana. Su esposo llegó ese sábado a casa acompañado de su amante y una gran compra de víveres. La encerró a ella y a los niños en un cuarto y cocinó todo el fin de semana con la amante, sin darle a ella y a sus hijos nada de comer. Sus pequeños hijos y ella lloraron de hambre todo ese fin de semana, sin que el esposo se conmoviera, ni les ofreciera nada de comer… Esta historia fue real.

¿Cómo les parece? ¡Los invito a que reflexionemos un poco sobre ella!

Quiero que la mires a la luz de la respuesta que te diste a ti mismo, o a ti misma, con las preguntas que te hice al principio.

Hoy conoceremos más profundamente sobre lo que es la sensibilidad.

¡Comencemos entonces!

La sensibilidad es intrínseca al ser humano. Por naturaleza y “de fábrica”, DIOS nos creó, nos regaló, nos doto de sensibilidad. Digo dotó, porque esta gran característica humana es básica para nuestro diario vivir, y lo vamos a ver hoy.

¡Es que la sensibilidad no es un simple sentimiento, como muchos creen!

¡La sensibilidad es algo muy amplio y grande, que tiene que ver tanto con nuestro cuerpo, como con nuestra alma y nuestro espíritu!

Veamos cómo le compete a cada una de las áreas personales estas características.

Con la sensibilidad en nuestro cuerpo físico, podemos percibir y responder a los estímulos que nuestro propio cuerpo emite, tanto internamente como externamente. Internamente el cuerpo emite estímulos, los cuales percibimos como los dolores y sensaciones. Esto se refiere por ejemplo a dolores en partes específicas del cuerpo, a sensaciones como por ejemplo los calambres, sentirse con calor interno, escalofrío, etc.

A nivel externo, la sensibilidad nos permite percibir y responder a los estímulos que vienen de afuera y que recibimos por medio de los sentidos: la vista, el olfato, el gusto, el tacto y el oído. La sensibilidad de nuestro cuerpo es una especie de alarma, de aviso.

Pero DIOS no sólo nos dotó de sensibilidad en este cuerpo físico; con el soplo de aliento de vida que puso DIOS en ese primer ser humano, convirtiendo ese barro inerte y frio, en un ser sensible y animado, le dio también plena sensibilidad en el área emocional. Esto involucra sensibilidad en todo lo que son nuestros sentimientos, nuestras emociones y nuestros pensamientos. Esta sensibilidad nos permite percibir, comprender y responder a todos los estímulos emocionales que recibimos en cada momento.

También DIOS nos dotó de una gran sensibilidad en nuestra área espiritual. Con esa sensibilidad nos dio la capacidad para amarlo y relacionarnos con EL.

Una persona sana, tiene a full su sensibilidad tanto en su cuerpo como en su alma y su espíritu.

¿Si ven porque les digo que la sensibilidad no es un simple “tema pink” o rosado?

¡Es que es mucho más que eso!

¿Quiénes se encargan de la sensibilidad?

En el cuerpo, es todo el sistema nervioso central, incluyendo el cerebro, quien maneja toda la sensibilidad física
del organismo.

En el alma, el encargado de manejar la sensibilidad emocional, sentimental y del pensamiento es el corazón.

La Palabra de DIOS nos habla de esto en varias partes. Les traigo dos versículos como muestra:

El primero está en Proverbios 4,23, el cual nos dice:

“Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida”

El segundo está en Mateo 15,19

JESÚS les dijo “Pues del corazón salen los malos pensamientos, el asesinato, el adulterio, toda inmoralidad sexual, el robo, la mentira y la calumnia”

Fíjense que cada una de las cosas de las que JESÚS habla que pudieran salir del corazón, denotan gran insensibilidad.

Ahora, en el espíritu, el encargado de manejar nuestra sensibilidad espiritual es el espíritu. Es por eso que es tan importante que tu espíritu esté vivo.

Estamos claros hasta aquí ¿verdad? Ya es claro que la sensibilidad no es un mero sentimiento que denota debilidad.

Ahora: ¿Por qué pudiéramos perder la sensibilidad y cómo la perdemos?

Y ¿para qué papá y mamá necesitan tener su sensibilidad sana, para lograr una crianza exitosa?

Te invito a terminar esta reflexión, escuchándola completa, en el podcast que ya se encuentra disponible en las plataformas digitales. Encuéntrala en Vientre Seguro, con en el episodio “LA SENSIBILIDAD, UN REGALO DE DIOS VITAL PARA LA CRIANZA”

Lina María Ortega Ch.
Autora de la Guía de preparación para el parto: “Vientre Seguro”, Nacimientos que transforman
Educadora Preescolar, Educadora Perinatal y Doula de Parto y Posparto
Instagram: linaortegaonline Facebook: Lina Ortega Familia
Podcasts en todas las plataformas digitales: Vientre Seguro
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