¡Tu familia es única!

¡Tu familia es única!

Permíteme contarte una historia que un día oí:
“Una mañana, en una playa del Océano Pacífico, amaneció la orilla llena de estrellas de mar. Por alguna razón desconocida, el mar había “vomitado” millones y millones de ellas sobre la arena.
Estas estrellas estaban destinadas a la muerte. De pronto apareció un niño que comenzó a tomar en sus manos una a una, cada estrella y la regresaba al mar. Un señor se le acercó al pequeño y le preguntó: “¿Pequeño qué haces? ¡No importa cuál sea tu esfuerzo, muy pocas de esas estrellas van a lograr sobrevivir! ¡No vale la pena tanto trabajo!”
El pequeño le contestó: “yo no sé cuántas estrellas logre regresar al mar pero lo que yo sí sé es que ésta (el niño le mostró la que tenía en sus manos) va a tener la oportunidad de vivir”.

¡Tú eres esa estrella que han recogido y regresado al mar para que viva!
A ti, que hoy estás leyendo este libro y a tu familia que está representada e influenciada por ti, DIOS los ha escogido.

¡Tú y tu familia son únicos! El bebé que llevas en tu vientre necesita un lugar seguro para desarrollarse; hoy bebé está dentro de mamá y ahí está seguro, pero cuando vea la luz, cuando nazca, necesitará un hogar que siga proporcionándole ese “VIENTRE SEGURO” en donde logre un óptimo crecimiento y se encamine a cumplir el propósito para lo que DIOS lo pensó, lo amó y lo creó.

¡Tú y tu familia son esa estrella! ¡Tú puedes hacer la diferencia para ti, para tu hogar, para tus hijos, tu generación, tu ciudad, para tu país y el mundo!

Te comparto algunas de las palabras que el conferencista y motivador mexicano Miguel Ángel Cornejo dijo a padres y maestros en la primera ponencia que hizo en México de “Educación Integral de Excelencia,” como réplica de las reflexiones presentadas en la Primera Cumbre Iberoamericana celebrada en Punta del Este, Uruguay:

“Un niño es un vaso vacío; cuando nace no tiene rencores, no tiene religión, no tiene raza, no tiene nacionalidad; es un vaso vacío. De nosotros depende de qué vamos a llenar ese vaso. Lo podemos llenar de ternura, amor, comprensión, de valores, o lo podemos llenar también de rencor, de odio, de adversidad, de venganza, para que después de que ese vaso esté lleno, salga dispuesto a matar y asesinar…
Nosotros somos privilegiados; DIOS nos ha concedido una tarea mágica y maravillosa: llenar esos vasos como padres de familias y/o maestros… El reto está en cómo llenar esos vasos. Por eso este día de reflexión los invito a que nos decidamos a dejar de ser instructores y nos convirtamos en maestros de vida, en hacer de nuestros hijos soñadores, optimistas con determinación, con valores, con alegría para vivir, con entrega total… ”

*(https://youtu.be/vKHr5xLIKsE)

 

¡Padres! ¡Necesitamos concentrarnos con responsabilidad y buscar por todos los medios restaurar los hogares resquebrajados e inestables y fundamentar los nuevos hogares! ¡Para honrar a DIOS, desarrollando los propósitos que Él pensó para cada ser que creó con tanto amor! ¡Por el bien propio y de la sociedad en que vivimos; por el bien de la sociedad de las futuras generaciones!

 

Por: Lina María Ortega Ch.
Autora Guía de preparación para el parto Vientre Seguro.
Educadora Perinatal. Doula certificada. Conferencista internacional.